Distintas aplicaciones y preparaciones

En esta entrada vamos a hablaros acerca de las distintas preparaciones que se pueden hacer a la hora de utilizar las plantas como recurso. En este sentido, no es lo mismo hacer una infusión que una decocción si hablamos de aplicaciones por vía interna. Si nos centramos en la vía externa, no es igual una cataplasma que un aceite para hacer masajes.

Aquí os explicamos las distintas técnicas y cantidades (que pueden variar en función de la planta a utilizar) así como las distintas utilidades de cada una:

APLICACIONES VÍA INTERNA

Se aplican vía oral por medio de infusiones, decocciones o vahos.

• Infusiones: esta técnica se utiliza con las hojas y las flores de las plantas y consiste en hervir agua y, fuera del fuego, dejar la planta en cuestión durante unos minutos para después colarla y tomar el líquido resultante. 

  

  Fuente: terra.org

  Las cantidades a utilizar serán las siguientes: si utilizamos la planta seca: una cucharada sopera por taza. Si, por el contrario, utilizamos la planta fresca, pondremos una cantidad algo mayor de la misma ya que los principios activos están más diluidos.
  
  Los utensilios que vas a necesitar son: una cazuela y un colador. También venden teteras con colador incluido.

• Decocciones: utilizadas para las partes más duras de las plantas como son las cortezas, raíces o frutos. La técnica se lleva a cabo hirviendo durante unos minutos la planta en agua para después colarla.
  Las cantidades serán de una cucharadita por cada taza.
  
  Los utensilios a utilizar son los mismos que en las infusiones, aunque en este caso la tetera no sería igual de útil. 

Fuente: tuinadiver.be

• Vahos: se trata de una variante de la infusión. En este caso, herviremos el agua sola durante unos minutos y añadiremos la planta troceada. Finalmente, nos cubrimos con un paño y respiramos los vapores.
  
  Las cantidades son de unos 5 litros de agua por cada 30 gramos de la planta.
  
  Los utensilios que necesitas son: una cazuela y un paño o toalla.
• Jarabes: es una técnica donde utilizaremos una infusión o decocción y lo mezclaremos a fuego lento con azúcar de caña o miel con el objetivo de espesar la mezcla y endulzarla.  Además, estos dos ingredientes suavizan y tonifican el organismo.
  Las cantidades a utilizar son un 50/60% de azúcar del peso total de las infusiones.
  
  Los utensilios que vas a necesitar son una cazuela para hacer la infusión y una pequeña báscula para pesar tanto el líquido como el azúcar.

Resumiendo, en esta tabla resumimos las cantidades para cada tipo de preparación:

APLICACIONES VÍA EXTERNA

En este sentido hablamos de preparaciones que se utilizan sobre la piel. 

• Cataplasmas: para esta técnica en concreto se suele utilizar la planta fresca machacada o la infusión de la misma mezclada con arcilla o harina de linaza:

o   Planta fresca: se machaca y se coloca la pasta en la zona afectada.

o  Arcilla: dado que la arcilla también tiene distintas propiedades como la de absorber sustancias tóxicas, resulta muy apropiada para las cataplasmas. Para realizarlas se mezcla la infusión de la planta concreta que queramos utilizar y se mezcla con arcilla hasta formar una pasta.

o  Harina de linaza: esta preparación en concreto calma el dolor y es antiinflamatoria. Para prepararla, se utiliza el mismo método que con la arcilla. 

• Baños: en este caso podemos utilizar tanto la planta fresca en agua como una infusión y sumergir una parte del cuerpo, o el cuerpo entero en esa agua ya que los principios activos de las plantas penetran a través de los poros de la piel.
• Masajes: en este caso utilizamos maceraciones o bálsamos sobre la piel realizando movimientos con las manos sobre la piel. En cuanto a las maceraciones, generalmente suelen hacerse dejando la planta en aceite de oliva o alcohol (en el caso del romero). Estas maceraciones pueden llevarse a cabo al baño maría o a temperatura ambiente filtrando después el líquido resultante.
  
  
  
  
  Así que ya sabes, ármate con tus cazuelas, tus coladores y tus teteras y adéntrate en el mundo de las plantas medicinales de la mano de Segovia por el Clima.
  
  
  
  
  
   Toda la información está sacada de distintas fuentes:
  
  
  De Andrés Hermoso, A. I. (2007). Plantas que curan: laboratorio de la vida. Una experiencia de la etnobotánica segoviana. Segovia. Edita: Obra Social y Cultural de Caja Segovia.
  
  
  Volák, J y Stodola, J. (1989). El gran libro de las plantas mediciniales. Praga. Edita: Susaeta.