viernes, 20 de marzo de 2020

De porqué acercarte a la tienda del barrio.


Hoy no vamos a centrarnos en un comercio en concreto. No. Hoy vamos a hablaros de todos esos comercios de barrio, de las tiendas de debajo de casa, de esos dependientes que se dejan la piel cada día en sus pequeños comercios. Fruterías, ultramarinos, mercerías, jugueterías, tiendas a granel, floristerías, librerías, comercios de productos alternativos, ferreterías, papelerías, panaderías, pescaderías, carnicerías y charcuterías, herbolarios, tiendas de ropa… ¿Te has parado a pensar que tienes los productos que buscas a la vuelta de la esquina?



Cada vez se hace más visible el auge de las grandes superficies en detrimento de las tiendas de barrio de toda la vida. Si damos un paseo por nuestra ciudad, podemos observar cómo, cada vez más, los hipermercados y supermercados superan en clientes al resto de negocios. Pero, ¿por qué ocurre esto? Una de las razones es el pensamiento, en muchas ocasiones erróneo, de que en las tiendas la compra sale más cara que en el supermercado.
Para contradecir esta premisa, Patri y Fernando, creadores de la página Vivir sin plástico, hicieron un pequeño estudio en el que comparaban la calidad y los precios de varios supermercados en contraposición con la tienda a la que suelen ir a comprar a diario.

Después de analizar varios productos, hicieron las cuentas pertinentes y llegaron a la conclusión de que la misma compra, en el supermercado les salía casi 3€ más cara que en la propia tienda. Además, llegaron a casa con grandes cantidades de plásticos que, si bien es verdad que son reciclables, también es cierto que son completamente innecesarios y, en una tienda normal lo más seguro es que nos los ahorremos.

Aquí tenéis el enlace del artículo en cuestión: Reina, P. y Gómez, F. (2016). Vivir sin plásticohttps://vivirsinplastico.com/supermercados-versus-tiendas-locales/

No podemos negar que, en lo referido al precio de los productos, no siempre es más caro en las grandes superficies ya que estas tienen más facilidad para bajar sus precios. Esto no ayuda al pequeño comercio, pues no puede competir con ellos y, en muchas ocasiones, tiene que acabar cerrando.

Pero, ¿qué ventajas tiene comprar en tiendas de toda la vida? Muchas. He de decirte, amigo lector, que los pequeños comercios son mucho más que un local y un dependiente. Van mucho más allá que eso.

El pequeño comercio es cercanía, tanto física como social. No sólo nos suele pillar cerca de casa, sino que además, una vez que entramos, vamos a recibir un trato amable, cercano, personalizado. No olvidemos que los que están detrás del mostrador son nuestros propios vecinos, y trabajan duro día a día para ofrecernos lo mejor. Son gente experta en el producto que vende, que nos dedica su tiempo y que puede aconsejarnos de la mejor manera posible acorde a lo que necesitamos en ese momento.

En relación con lo que hablábamos acerca del ahorro que, en muchas ocasiones, nos aporta el pequeño comercio, es importante recalcar cómo esas grandes superficies repletas de estanterías copadas de productos, consiguen que muchas veces acabemos comprando cosas que realmente no necesitábamos. Nos atraen los colores, la música… Y acabamos llenando la bolsa de la compra con productos innecesarios. Esto, en la tienda de la esquina, no te va a pasar. Lo más probable es que te hagas a la idea de que, en el caso de que necesites algo, lo tienes justo debajo de casa y, por tanto, no acumules artículos en tu estantería que, la mayoría de veces, ni siquiera vas a utilizar.

Por otro lado, el comercio local crea diversidad dentro del barrio. Este se llena de distintos comercios y productos. El pequeño comercio da vida a las calles, nos hace interaccionar, movernos… Sólo tenemos que bajar de casa y, seguramente, en el radio de una manzana vamos a tener todo lo que necesitamos. Estas tiendas dan vida, son la seña de identidad del barrio y nosotros podemos contribuir a mantenerla.

No vamos a olvidarnos de lo concerniente a la sostenibilidad. Aquí, en las tiendas de toda la vida, no todo viene envuelto en plástico. Además, seguramente se trate de producto local, lo cual disminuye la contaminación en el transporte de los mismos. En este sentido, muchas veces, para hacer tu compra diaria, no tienes la necesidad de utilizar el coche ya que puedes ir a pie, reduciendo la contaminación. 

Son muchas las ventajas de comprar en tu barrio. Vamos a pararnos a reflexionar, a pensar un poco en cómo es posible que nos hayamos dejado arrastrar por un estilo de vida en el que ni siquiera tenemos un momento al día para acercarnos a hablar con el frutero y que nos recomiende fruta de temporada. Un estilo de vida donde salimos a la calle y no nos conocemos entre nosotros. Preferimos entrar en un supermercado y comprarlo todo de una vez, en lugar de ayudar al pequeño comercio y reservando un rato a la semana para pasearnos por la ciudad en busca de una recomendación, de una ayuda, de un consejo o de una pequeña charla con los dependientes que, tarde o temprano, si vamos asiduamente, acaban conociéndonos y sabiendo qué es lo que compramos diariamente, nuestros gustos… y, de esta forma, nos aconsejan. Vamos a reflexionar un poco sobre cómo, comprando en el barrio, nos arropamos un poquito los unos a los otros y crecemos más como sociedad.





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