La
pasada semana tuvimos la oportunidad de acudir a la llamada del CEIP Santa Eulalia, que está inmerso en
su semana cultural y este año la están dedicando al cambio climático.
Fueron
dos jornadas muy interesantes las que pasamos con ellos y durante las cuales
hablamos con los chavales sobre el cambio climático, sus consecuencias y las
soluciones que podemos aportar en este sentido.
En
primer lugar, el jueves 27 estuvimos
con los chicos y chicas de Primaria
hablando sobre la huella hídrica, un
indicador del uso, tanto directo como indirecto, de agua dulce por parte tanto
de consumidores como de productores. En primer lugar nos presentamos y
recogimos todos los conocimientos que tienen estos niños acerca de cambio climático
con el fin de contextualizar la actividad.
Después,
para introducir un poco más la temática concreta a trabajar, visionamos el
siguiente cortometraje Boliviano acerca del agua y el derecho de todos a
disfrutar de ella.
Una
vez visto, debatimos en pequeños grupos acerca del vídeo y qué impresiones les había
causado. Por otro lado, hablamos del consumo de agua, cuánta agua consumimos en
nuestro día a día con acciones cotidianas y de las cuales no nos damos cuentas.
También quisimos mostrasles datos que muestran los litros de agua que se
necesitan para fabricar y consumir distintos objetos y alimentos:
Ellos mismos fueron los que sacaron conclusiones
y argumentaron algunas soluciones a este problema diario, como por ejemplo,
tardar menos en ducharse, aprovechar el agua que gastamos mientras sale
caliente para fregar el suelo…
En
cuanto a los niños de Infantil, el viernes 28 realizamos una actividad
distinta, un taller de plantación de semillas y una pequeña charla relacionada
con los productos ecológicos y la las plantas haciendo hincapié en su
importancia para el medio ambiente y cómo ayudan a combatir el cambio climático.
Para
ello, como con los chicos y chicas de Primaria, contextualizamos un poco la
actividad hablando sobre el propio cambio climático para comprobar qué es lo
que ellos sabían. Después, les preguntamos si sabían alguna forma y algún sitio
donde plantar semillas, de forma que luego no hubiera que desechar el
recipiente. Salieron ideas como vasos, yogures… pero no se esperaban que
también se pudiera plantar en cáscaras de huevos.
Les explicamos que estos huevos donde íbamos a plantar son ecológicos. Hablamos sobre cómo identificar un huevo ecológico de uno convencional, sobre qué son exactamente los productos de este tipo y las ventajas de cara al medio ambiente (ausencia de pesticidas, productos más sanos, kilómetro cero…), todo esto, teniendo en cuenta la edad a la que nos estábamos dirigiendo y, por tanto adaptado a ella.
Acto
seguido nos dispusimos a plantar nuestras semillas (en este caso, lentejas).
Cada niño pudo hacerlo en su propia cáscara de huevo. Explicamos el proceso así
como los pasos a seguir para que crezca el brote. Además, pudieron aprender
cómo, una vez que la planta comience a salir, la pueden trasplantar con la
propia cáscara de huevo pues le servirá de sustento.
Para
finalizar las dos jornadas, los propios niños nos pidieron que pusiéramos una
canción que habían aprendido con los profesores para poder bailar y cantar
todos juntos. No lo dudamos y nos aprendimos la coreografía con ellos,
terminando la mañana bailando y con ganas de seguir adelante con nuestro
propósito.
Muchísimas gracias al colegio Santa Eulalia por apostar por concienciar sobre el cambio climático y sus consecuencias y acogernos tan bien en su semana cultural.
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