martes, 31 de marzo de 2020

La victoria medioambiental de un pueblo de Segovia

La imagen puede contener: cielo, árbol, hierba, exterior, naturaleza y agua

   Durante casi una década el municipio de Fuentepelayo lleva luchando contra la planta de compostaje fraudulenta AGRAMAM, la cual ha estado contaminando el agua y el ambiente del pueblo con una mala gestión de productos SANDACH, sin ninguna medida de protección ambiental. Recibía más cantidad de la que podía tramitar, supuéstamente por las subvenciones que percibía a través de esa gestión que luego no realizaba.





"Fuentepelayo es un municipio de Segovia de cerca de 900 habitantes. Desde hace casi una década, un puñado de vecinos ha luchado en contra de la empresa de compostaje Agraman) que dañaba al Medio Ambiente. Hoy, la Justicia les da la razón y obliga a la compañía a cerrar por el "grave peligro" que suponía su actividad para el medio ambiente."



"Ahora, años después de ese primer paso, el Juzgado de lo Penal número 1 de Segovia reconoce que, durante estos años, ha existido "riesgo biológico grave para las personas, la fauna silvestre y el medio ambiente" debido al no compostaje de plumas, sangre y huesos animales y pieles de cordero, entre otros subproductos animales no destinados al consumo humano (SANDACH)."


   Gracias a la lucha durante años de la plataforma "no más mierda" finalmente han conseguido que el propietario de la empresa de compostaje fraudulenta sea juzgado y apartado de la actividad durante un tiempo, con una pena de un año de cárcel y una multa de 2000 euros, poco si tenemos en cuenta la actividad que realizaba.



"El perito de la Fiscalía aseguró que no era necesario disponer de analíticas de aguas arriba y aguas abajo ni de caudal porque las cantidades eran "tan sumamente elevadas y contaminantes, que no hace falta hacerlo para saberlo". El perito recalcó varias veces en el juicio que la carga del vertido era "una verdadera barbaridad"."

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